La poda de invierno: preparación para un nuevo comienzo.
Tras la vendimia sabemos que el viñedo entra en reposo vegetativo para tratar de sanar las posibles heridas de los últimos meses y prepararse para el nuevo ciclo. En este momento llega la poda de invierno, una de las labores más importantes para la próxima cosecha y la vida de la planta.
Esta tarea no es el simple hecho de cortar los sarmientos al azar, sino todo lo contrario, es un trabajo minucioso en el que el labrador debe observar la planta y tratar de dejar las ramas con mejores características. De una correcta poda dependerá la futura cosecha y el futuro vino.
La planta de la vid es una planta trepadora por lo que crece constantemente en búsqueda del sol y generando mayor madera. Con esta labor, lo que el viticultor trata de conseguir un equilibrio entre la cantidad y calidad de la futura cosecha.
Pero… ¿Cuándo es el mejor momento para realizar esta labor?
La poda de invierno se debe realizar tras la caída de la hoja entorno a finales de noviembre y antes de las nuevas brotaciones que comenzarán en primavera. Pero es fundamental que el viticultor preste especial atención al momento, ya que dependerá de las variedades de uva que cultive.
Las variedades que tengan un ciclo muy temprano o zonas más propensas a bajas temperaturas debemos podarlas de forma más tardía debido a que sino corremos el riesgo de que empiece la brotación cuando la temperatura sea baja y los brotes se hielen. Por el contrario, si tenemos variedades con ciclos largos y zonas de buena temperatura deberemos podarlas antes ya que resistirán mejor las temperaturas y no retrasaremos el comienzo de la brotación.
¿Qué sistemas de poda existen?
Esta labor tiene varios métodos de realización. Dependiendo de las variedades y la fertilidad de las yemas se realizará la elección de un sistema u otro. También deberemos tener en cuenta los objetivos que tenemos con la producción, ya que dependerá de si querremos obtener en la vendimia cantidad o calidad. Los principales sistemas de poda son:
Guyot o también conocido como vara y pulgar y podrá ser simple o doble. En esta forma de poda debemos dejar un sarmiento más largo con 6 u 8 yemas y un pulgar con 2 yemas. Siembre la vara trataremos de que sea el mejor palo y que venga de madera vieja o del pulgar del anterior año y el pulgar deberá estar situado siempre por debajo de la vara.
Cordon royat. En este caso contamos con dos brazos de madera de años anteriores y para los cortes deberemos buscar los pulgares de años anteriores y eliminar de ellos, los sarmientos superiores y escoger el inferior para dejarle como nuevo pulgar.
En próximos posts os mostraré que sistema uso yo en mi viñedo y los materiales necesarios.
¡Sígueme en mis redes sociales para estar al tanto de las novedades!