Las enfermedades y las plagas de la vid.

25 de junio de 2021 0 Por Sandra A. G.

La vid, al igual que todos los seres vivos, a lo largo de su vida pueden sufrir enfermedades y/o plagas. Estas enfermedades en la vid pueden suponer una disminución de la producción o incluso afectar al vino.

Por un lado, vamos a encontrar las enfermedades que afectan a la planta de la vid pueden ser de diferentes microrganismos, por ejemplo:

  • los virus (virus del entrenudo corto o virus del enrollado).
  • las bacterias (necrosis, enfermedad de Pierce).
  • los hongos (oídio, mildiu, botritis, yesca, antracnosis).
Yesca

Por otro lado, vamos observar las plagas que se corresponden con las colonias de animales o vegetales que atacan a los cultivos como:

  • los gusanos (nematodos).
  • los insectos invertebrados (ácaros, polillas, araña roja o filoxera).
  • los animales vertebrados (jabalís, pájaros, conejos o roedores).
  • las malas hierbas.
Polilla de la vid

Sin embargo, no solo las enfermedades y las plagas pueden destruir la cosecha, también se debe tener en cuenta los fenómenos meteorológicos. Las heladas, las sequías, las lluvias torrenciales, vientos fuertes y el granizo pueden arruinar el trabajo de todo el año.

Todos estos inconvenientes, afectan al viticultor que verá como su cosecha es destruida o minimizada por estas enfermedades, plagas o fenómenos meteorológicos. La planta podrá mostrar también marchitamiento en las zonas verdes, destrucción del tejido vegetal e incluso el secado de la planta y por supuesto, todo esto repercutirá en la bodega donde el vino se verá afectado. La vid habrá perdido calidad e incluso grado de azúcar y ph, además de la alteración en aromas y gustos que producen algunas enfermedades.

Para minimizar los daños ocasionados en el viñedo, es de vital importancia el control del estado de salud de nuestros terrenos. Para controlar las enfermedades o plagas provocadas por los hongos, insectos o demás seres vivos se pueden usar ciertos plaguicidas y herramientas.

Cada situación requiere de unos productos o métodos concretos pero por lo general podemos distinguir entre tratamientos preventivos( sirven para adelantarnos a la posible aparición de una enfermedad) o prescriptivos( cuando nuestros viñedos ya tienen la enfermedad). También, se pueden clasificar según la forma en la que actúan:

De contacto: solo actúan sobre las hojas sin llegar a penetrar en el interior de la vid y si llueve poco después de la aplicación deberemos repetir el tratamiento. Gemelamente suelen ser productos de carácter preventivo.

Sistemático: llegan al interior de la planta, a través de las partes verdes o por las raíces y circula por la savia. Suelen ser tratamientos más agresivos por lo que suelen ser para una parcela con la enfermedad en desarrollo.

Penetrantes y de fijación a las ceras cuticulares: también se introducen en el interior de la planta, pero en esta ocasión no son transportados por la savia.

En las ultimas décadas, la importancia del respeto a nuestro entorno y los principios de sostenibilidad están más presente por lo que se deben aplicar estos productos con precaución. El exceso de productos fitosanitarios y plaguicidas, no solo perjudicamos con el exceso a nuestro viñedo, sino, también a nuestro planeta.

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