¿Qué copa se usa con cada vino?
La elección de la copa a la hora de tomar un vino es fundamental, no todas las copas son las idóneas para todos los vinos.
Para comenzar, es imprescindible que la copa sea de cristal o vidrio incoloro y preferiblemente sin grabados ni grandes ornamentos. El grosor del vidrio y del cristal es también muy importante por lo que no debería superar 1 mm de grosor para que a la hora de la cata se pueda apreciar bien todos los matices de color.
Antes de pasar a ver los tipos de copas, se debe repasar las diferentes partes de la copa para que a la hora de hablar de los tipos sepamos identificar las diferentes partes y sus usos. Las partes son:
Base. Su función es sujetar la copa sin derramar su contenido y proporcionar estabilidad a la copa. La base puede tener cualquier tipo de forma, aunque la más usual es circular.
Fuste o tallo. Parte alargada por la que se debe sujetar la copa para evitar calentar el vino.
Cáliz. Parte superior donde se deposita el vino. Depende de que vino vamos a consumir dispondrá de un tamaño u otro y su función es permitir que el vino entre en contacto con el oxígeno.
Boca. La boca depende de cada vino y será de mayor o menor apertura en proporción a la concentración de aromas. También sirve para dirigir el vino de una manera específica a las diferentes zonas de la lengua.
Existen muchos tipos de vinos, unas más simples y otras con formas de fantasía. Cada tipo de copa nos permitirá apreciar unos matices y aromas diferentes, por eso debemos ser muy cuidadosos con la elección. A continuación podrás encontrar una imagen interactiva con las copas más frecuentes y los vinos que podemos utilizar con ellas:
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