Elementos esenciales para el cultivo de la vid.
La vid es una planta de gran resistencia debido a las innumerables plagas y cambios de tiempo que ha sufrido. Debemos recordar que las primeras vides que se encontraron eran silvestres en la Era Terciaria, en ese periodo no se elaboraba vino, pero sí que poseían un valor fundamental, ya que servían de alimento e incluso como moneda de cambio.
La vid obtiene de su entorno todo lo necesario para poder desarrollarse y dar sus frutos. Cada zona vitícola tiene características propias y junto a la variedad de uva y los cuidados del viticultor nos dará un vino diferente.
Observamos cinco elementos fundamentales que son necesarios para la vid. Aquí os dejo un video resume:
con ayuda de Jaime Lorenzo
La luz solar.
La luz es fundamental para que la planta pueda realizar los procesos de fotosíntesis. La falta de horas de sol en algunas zonas del planeta hace que ciertas variedades sean imposibles de cultivar.
Dióxido de Carbono.
La vid, al igual que el resto de las plantas, realiza el proceso de fotosíntesis para obtener el dióxido de carbono. Las hojas serán, en esta ocasión, las encargadas de realizar esta función por eso debemos prestar atención a esta parte de la cepa, ya que una vid muy frondosa no deja ver los racimos y puede dificultar la maduración y favorecer la aparición de enfermedades y una falta de hojas sobreexpone el racimo, elevando su temperatura y en ocasiones que se abrase y pierda calidad.
Nutrientes.
Como todos los seres vivos, la planta necesita alimento para poder crecer y dar frutos. No es necesario que sean en grandes cantidades, pero necesita: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, hierro, boro, cobre, manganeso y cinc.
Por norma general, la vid obtendrá estos nutrientes del suelo y los incorporará al interior de la cepa a través de las raíces.
Agua.
El agua es un elemento imprescindible para todos los seres vivos. La vid no es una planta que necesite grandes cantidades de agua y la poca que necesita lo absorbe a través de las raíces. Con este elemento entra en juego la configuración del suelo que afectará a las reservas.
Temperatura.
La vid necesita una temperatura de en torno a 10ºC para poder desarrollarse y cuando esta temperatura, la vid entra en un estado de reposo vegetativo. Este periodo sirve para ir preparando el campo para el próximo ciclo.
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