La elaboración de vinos espumosos por el método ancestral.

20 de diciembre de 2025 0 Por Sandra A. G.

Día 20 de 24 de nuestro calendario de adviento 2025.

El método ancestral constituye una de las formas más antiguas de elaboración de vinos espumosos y representa un enfoque enológico basado en la mínima intervención y el respeto por los procesos naturales de fermentación. A diferencia de otros métodos más tecnificados, como el método tradicional o champenoise, el método ancestral se caracteriza por la realización de una única fermentación alcohólica que finaliza dentro de la botella, generando de manera natural el dióxido de carbono responsable de la espuma.

La elaboración comienza con la vendimia temprana de las uvas, buscando preservar una acidez elevada y un contenido moderado de azúcares. Esta condición resulta fundamental para obtener vinos frescos, equilibrados y con una graduación alcohólica moderada. Tras la cosecha, las uvas se someten a un prensado suave, generalmente seguido de un desfangado ligero, sin llegar a una clarificación extrema del mosto, con el objetivo de conservar componentes que aporten complejidad aromática.

La fermentación alcohólica se inicia en depósitos, normalmente de acero inoxidable o cemento, empleando en muchos casos levaduras autóctonas. Durante esta etapa, el control de la temperatura resulta clave, ya que permite ralentizar el proceso fermentativo y determinar el momento exacto del embotellado. El vino se embotella cuando la fermentación aún no ha concluido y permanece una cantidad residual de azúcares fermentables.

Una vez embotellado, el vino continúa su fermentación en la botella, donde el dióxido de carbono producido queda atrapado, originando la toma de espuma. Al tratarse de una sola fermentación, no se añade licor de tiraje ni levaduras externas, lo que refuerza el carácter natural de este método. La presión resultante suele ser inferior a la de otros espumosos, situándose generalmente entre 2 y 4 bares.

Durante el periodo de crianza, el vino permanece en contacto con sus lías, lo que contribuye a mejorar la textura y aporta ciertos matices aromáticos. En muchos casos, el vino no se somete a procesos de removido ni degüelle, dando lugar a espumosos ligeramente turbios, conocidos comúnmente como pét-nat (pétillant naturel). Algunos productores optan por realizar un degüelle final, habitualmente sin dosaje, para eliminar los sedimentos sin alterar la expresión original del vino.

Los vinos elaborados por el método ancestral se distinguen por una burbuja más fina y suave, un perfil aromático dominado por notas frutales y florales, y una marcada sensación de frescura. Suelen presentar una mayor variabilidad entre botellas, aspecto que forma parte de su identidad y refleja el carácter artesanal del proceso.

En conclusión, el método ancestral representa una alternativa histórica y contemporánea dentro de la elaboración de vinos espumosos. Su creciente popularidad responde al interés por vinos auténticos, de baja intervención y con una fuerte conexión con el origen y la expresión varietal, posicionándolo como un referente dentro de la vitivinicultura moderna orientada a la naturalidad y la sostenibilidad.

¡vamos a por los datos técnicos!

Nombre: Montrubí L’ancestral blanco

Variedades: parellada

Nombre de la bodega: Bodegas MontRubí

Localización: Vino de España

¡Despertando los sentidos! ¡A descorchar!

El vino se presenta limpio, de intensidad media, con un color amarillo limón que resalta en la copa. Su burbuja es algo gruesa, lo que le aporta un carácter visual llamativo.

En nariz muestra una intensidad media con aromas primarios de fruta cítrica, como pomelo y cáscara de naranja, combinados con fruta verde, especialmente manzana, y matices tropicales de mango y plátano. Entre los aromas secundarios se perciben notas de masa de pan y pan tostado, que aportan complejidad.

En boca es un vino seco, con acidez media y un equilibrio correcto entre alcohol y cuerpo. La burbuja resulta cremosa, y las sensaciones gustativas reflejan fielmente los aromas percibidos en nariz. La intensidad y el final son medios, ofreciendo una experiencia armónica y agradable.

En conclusión, se trata de un vino bueno, listo para beber, sin potencial de envejecimiento prolongado. Su frescura y equilibrio lo convierten en una excelente opción para acompañar mariscos, pescados blancos o entrantes a base de verduras, resultando versátil y fácil de disfrutar.

¡Si quieres saber que vino y elaboración toca mañana, sígueme en mis redes sociales!

¡Rasponcin madrugará para daros pistas!