El tiempo como ingrediente: vinos de vendimia tardía
Día 18 de 24 de nuestro calendario de adviento 2025.
El vino dulce de vendimia tardía se obtiene a partir de uvas que se dejan madurar en la vid más allá del momento habitual de cosecha. Este retraso en la vendimia permite que los granos sufran un proceso de deshidratación natural, lo que provoca una mayor concentración de azúcares, ácidos y compuestos aromáticos. Gracias a este método, se elaboran vinos dulces naturales de gran calidad, reconocidos por su complejidad y elegancia.
La vendimia tardía suele realizarse en otoño avanzado y, por lo general, de forma manual, ya que es necesario seleccionar cuidadosamente los racimos que se encuentran en óptimas condiciones sanitarias. En algunos casos, las uvas pueden verse afectadas por la podredumbre noble (Botrytis cinerea), un hongo beneficioso que contribuye a intensificar los aromas y a mejorar la estructura del vino.
Una vez recolectadas, las uvas se someten a un prensado suave para extraer un mosto muy concentrado. La fermentación alcohólica se desarrolla lentamente, debido a la elevada cantidad de azúcar presente, y se controla cuidadosamente para preservar el dulzor natural. En muchos casos, la fermentación se detiene antes de que todos los azúcares se transformen en alcohol, obteniéndose así un vino equilibrado y armonioso.
Tras la fermentación, el vino puede pasar por un periodo de crianza en depósitos de acero inoxidable o en barricas de roble, dependiendo del estilo que se desee alcanzar. Finalmente, se procede a la clarificación, estabilización y embotellado. El resultado es un vino dulce de notable intensidad aromática, con sabores que recuerdan a frutas maduras, miel y flores, y con una acidez que equilibra el dulzor y le confiere una excelente capacidad de envejecimiento.

¡vamos a por los datos técnicos!
Nombre: Astobiza vendimia tardía 2022
Variedad: Izkiriota
Nombre de la bodega: Astobiza
Localización: D.O. Txakoli de Álava
¡Despertando los sentidos! ¡A descorchar!
El vino se presenta limpio, con una intensidad visual media y un atractivo color ámbar que anticipa su carácter dulce y evolucionado.
En nariz ofrece una intensidad pronunciada, donde aparecen inicialmente aromas secundarios de vainilla y un sutil toque ahumado. Sin embargo, son los aromas terciarios los que dominan con claridad, desplegando una rica combinación de almendra, avellana, caramelo, albaricoque seco, manzana deshidratada y miel, conformando un perfil complejo y profundo.
En boca se muestra como un vino dulce bien equilibrado, con una acidez media que aporta frescura y contrarresta su alta graduación alcohólica. El cuerpo es medio y la intensidad de sabor también media, manteniendo la coherencia con lo percibido en nariz: frutos secos, miel, matices caramelizados y fruta deshidratada. Su final es medio-largo, dejando una agradable persistencia que invita a seguir degustándolo.
En conjunto, se trata de un vino de muy buena calidad, listo para disfrutar ahora y con capacidad para seguir evolucionando positivamente en botella. Destaca por su dulzor armonioso, presente pero nada empalagoso, lo que lo convierte en un vino especialmente disfrutable y equilibrado.
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