Elaboración del vino desalcoholizado: la unión de la tradición y la tecnología

16 de diciembre de 2025 0 Por Sandra A. G.

Día 16 de 24 de nuestro calendario de adviento 2025.

El vino desalcoholizado se ha consolidado en los últimos años como una alternativa cada vez más valorada por aquellos consumidores que desean disfrutar del sabor y la experiencia del vino con un contenido alcohólico muy bajo o inexistente. Su elaboración combina los principios tradicionales de la vinificación con avanzadas técnicas tecnológicas destinadas a eliminar el alcohol sin comprometer, en la medida de lo posible, la calidad sensorial del producto final.

El proceso comienza en el viñedo, con la vendimia de uvas en su punto óptimo de maduración. Tras el despalillado y prensado, el mosto inicia una fermentación controlada, similar a la de cualquier vino convencional. Durante esta fase se desarrollan los aromas, la estructura y los compuestos responsables del carácter del vino.

Una vez obtenido el vino base, se procede a la eliminación del alcohol, que es el paso clave de la elaboración. Entre las técnicas más empleadas destaca la destilación al vacío, que permite separar el alcohol a bajas temperaturas, reduciendo el impacto térmico y la pérdida de aromas. Otra metodología habitual es la ósmosis inversa, un sistema de filtración mediante membranas que separa el alcohol y el agua de los compuestos aromáticos, los cuales se reincorporan posteriormente al vino. También se utilizan los conos rotatorios, una tecnología más avanzada que permite extraer el alcohol y, al mismo tiempo, recuperar los aromas volátiles para devolverlos al producto final.

Tras la desalcoholización, el vino suele requerir ajustes enológicos para recuperar el equilibrio perdido con la eliminación del alcohol. Es habitual trabajar la acidez, el dulzor o la textura en boca, ya que el alcohol desempeña un papel fundamental en la sensación de volumen y redondez. Estas correcciones permiten obtener un vino más armónico y agradable al consumo.

Finalmente, el vino se somete a procesos de estabilización, filtrado y embotellado bajo estrictos controles de calidad. El resultado es un vino con un contenido alcohólico muy bajo o nulo, generalmente inferior al 0,5 % vol., que mantiene buena parte de los aromas varietales y del carácter original del vino. Aunque su estructura es más ligera que la de un vino tradicional, el vino desalcoholizado representa una opción moderna y versátil, adaptada a nuevos hábitos de consumo y a un público cada vez más amplio.

¡vamos a por los datos técnicos!

Nombre: Zero Zero le naturel

Variedades: garnacha y otras

Graduación: 0%vol

Nombre de la bodega: Vintae

Localización: Navarra

¡Despertando los sentidos! ¡A descorchar!

A la vista se presenta como un vino limpio, de intensidad media, con un color rubí y ribetes muy acuosos que reflejan su ligereza.

En nariz muestra una intensidad ligera, dominada por aromas primarios de fruta roja, como fresa y frambuesa, junto a notas de fruta negra, especialmente cereza, acompañadas de sutiles matices especiados de pimienta y regaliz.

En boca es un vino seco, de acidez media, sin presencia de alcohol y con poco cuerpo. La intensidad es ligera y las sensaciones gustativas reproducen fielmente los aromas percibidos en nariz. El final es corto a medio bajo.

En conclusión, se trata de un vino de calidad modesta, pensado para un consumo inmediato y sin posibilidades de envejecimiento. Puede resultar una opción válida para personas que no pueden o no desean consumir alcohol, aunque todavía presenta un amplio margen de mejora en términos de complejidad y estructura.

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