Elaboración de vinos espumosos por el método Charmat
Día 24 de 24 de nuestro calendario de adviento 2025. Fin del calendario 2025
El método Charmat, también conocido como método de fermentación en tanque, es uno de los sistemas más utilizados en el mundo para la elaboración de vinos espumosos. Su principal característica es que la segunda fermentación, responsable de la formación del gas carbónico, se realiza en grandes tanques de acero inoxidable presurizados, llamados autoclaves, en lugar de llevarse a cabo en la botella. Este método permite obtener vinos frescos, aromáticos y de consumo temprano, siendo ampliamente empleado en la producción de espumosos como el Prosecco, el Asti y diversos vinos espumantes jóvenes.
El proceso comienza con la vendimia, que suele realizarse de forma temprana para preservar una alta acidez natural y bajos niveles de azúcar, condiciones ideales para la elaboración de espumosos. Las uvas se seleccionan cuidadosamente para garantizar su sanidad y calidad, ya que cualquier defecto se reflejará en el producto final.
Tras la cosecha, las uvas se someten a un prensado suave, cuyo objetivo es extraer un mosto limpio y delicado, evitando la liberación de compuestos amargos provenientes de las pieles y las semillas. Posteriormente, el mosto se clarifica mediante desfangado para eliminar sólidos en suspensión.
La primera fermentación alcohólica se lleva a cabo en tanques de acero inoxidable a temperatura controlada, generalmente entre 16 y 20 °C. En esta etapa, las levaduras transforman los azúcares del mosto en alcohol, obteniéndose un vino base seco, con bajo grado alcohólico y marcada acidez, que servirá como base para el espumoso.
La fase clave del método Charmat es la segunda fermentación, que se realiza en autoclaves cerrados herméticamente. Al vino base se le añade una mezcla de azúcar y levaduras seleccionadas, lo que provoca una nueva fermentación. Durante este proceso, el dióxido de carbono producido queda atrapado en el tanque y se disuelve en el vino, generando la efervescencia característica. La fermentación se desarrolla a bajas temperaturas para conservar los aromas primarios de la uva y puede durar desde unas pocas semanas hasta varios meses, según el estilo deseado.
Una vez alcanzada la presión y el nivel de azúcar adecuados, la fermentación se detiene mediante enfriamiento. El vino se somete entonces a una filtración isobárica, que permite eliminar las levaduras sin pérdida de gas. En algunos casos, se realizan ajustes finales de dulzor para definir el tipo de espumoso (Brut, Extra Dry, Dulce, entre otros).
Finalmente, el vino se embotella bajo presión, asegurando la conservación del dióxido de carbono y manteniendo la frescura del producto. A diferencia del método tradicional, el vino espumoso elaborado por el método Charmat no requiere largos periodos de crianza, por lo que está listo para su comercialización en un plazo relativamente corto.
En conclusión, el método Charmat se distingue por su eficiencia, rapidez y capacidad para resaltar los aromas frutales y florales de la uva. Los espumosos obtenidos presentan burbujas más grandes y una sensación en boca fresca y ligera, lo que los convierte en vinos ideales para un consumo joven y ocasional. Su menor costo de producción y su estilo accesible han contribuido a su gran popularidad a nivel mundial.
¡vamos a probar un ejemplo!
¡Vamos a por los datos técnicos!
Nombre: Follador Prosecco
Variedad: Glera
Nombre de la bodega: Azienda Vinicola Follador
Localización: Proseco DOC
¡Despertando los sentidos! ¡A descorchar!
Vino limpio y brillante, de intensidad media y atractivo color verde limón, con una burbuja pequeña, fina y elegante.

En nariz presenta una intensidad aromática media, dominada por aromas primarios de fruta verde, especialmente manzana, acompañados de notas cítricas de limón y pomelo y delicados matices florales de azahar. A estos se suman aromas secundarios de galleta y pan, aportados por la fermentación.
En boca es un vino seco, con acidez media, alcohol y cuerpo equilibrados y una intensidad media, confirmando las sensaciones aromáticas percibidas en nariz. La burbuja resulta cremosa y bien integrada, y el conjunto se cierra con un final de persistencia media.
En conclusión, se trata de un vino bueno, pensado para consumirse joven, sin capacidad de envejecimiento. Disfrutado bien frío, resulta especialmente agradable y se muestra como una opción ideal para abrir el apetito antes de una comida abundante.
Ya hemos llegado al final del calendario de este año, así que solo nos queda desearos ¡Feliz Navidad!